Venezuela 2026: Entre la Inercia, la Adaptación y el Desafío (Proyecciones Lógicas)
Para el año 2026, lejos de las cabañuelas y las bolas de cristal, aquí presento (a modo didáctico, téngase claro), una proyección basada en la inercia de los acontecimientos actuales, los datos disponibles y la dinámica estructural del país.
¿Qué nos dice la lógica sobre lo que viene?
El Escenario Económico: La "Estabilización en el Foso"
Para 2026, la economía venezolana seguirá profundizando su modelo de dualidad extrema. No esperamos un colapso cataclísmico ni un "milagro económico", sino la cristalización de una economía de supervivencia adaptativa.
La Inflación y el Dólar: A pesar de los esfuerzos de contención, la presión inflacionaria persistirá. Las proyecciones lógicas (mis queridos Watson's), indican que la brecha cambiaria seguirá siendo un dolor de cabeza para el empresario y el consumidor. El 2026 verá un dólar que no encontrará techo, no por magia, sino por la falta de confianza estructural en la moneda local y el gasto público necesario para mantener la maquinaria estatal operativa.
Desaceleración de la "Burbuja": El auge del consumo suntuario (bodegones, restaurantes de lujo) que vimos en años anteriores entrará en una fase de meseta o corrección. El mercado para esos servicios es finito. El crecimiento real, si lo hay, vendrá obligado por sectores primarios (alimentos y energía) que no pueden detenerse.
Infraestructura Limitada: Informes recientes sugieren un congelamiento o ralentización de grandes proyectos de infraestructura pública para 2026 debido a restricciones presupuestarias, también será otro año con presupuestos reconducidos. Esto significa que el mantenimiento correctivo (arreglar lo que se rompe: cuando se rompe y no antes) seguirá primando sobre la inversión en obras nuevas.
Lo Político: Tablero Trancado y Realpolitik
Aquí me atrevo a ser temerario y quizá vengan de mil en mil pero, políticamente, 2026 no se perfila como un año de rupturas abruptas, sino de resistencia y reacomodo.
La Presión Internacional (Fatiga Geopolítica): Si esperas que el 2026 traiga una intervención masiva o una presión externa asfixiante que cambie el juego de golpe, la lógica sugiere cautela. El mundo tiene sus ojos en otros conflictos (Europa del Este, Medio Oriente). Para Venezuela, se proyecta una Realpolitik: EE.UU. y Europa priorizarán la estabilidad energética (petróleo) sobre la política interna (pero nunca se sabe con qué saldrá el catire Trump, aunque siempre prioriza el dinero). Las sanciones seguirán siendo una herramienta de negociación, no de quiebre inmediato. Habrá presión, sí, pero más diplomática y burocrática que de acción directa.
Gobierno y Oposición:
El Gobierno: Se enfocará en la consolidación del "Plan 2026", buscando maximizar la gestión local y el control territorial (Comunas). La estrategia: mantener la cohesión interna y administrar los recursos limitados.
La Oposición: Enfrentará el reto existencial de la atomización. La lógica indica que veremos una división entre quienes buscan espacios dentro del sistema (alcaldías, concejos) y quienes mantienen una línea de presión externa. Será un año de travesía en el desierto, donde la reconexión con la base social (los problemas de la gente) pudiera ser su única vía de supervivencia política.
Lo Social: La Desigualdad como Norma
Socialmente, Venezuela en 2026 será un país de distancias marcadas.
La Diáspora Estable: El flujo migratorio masivo de años anteriores podría estabilizarse, pero no revertirse. La lógica demográfica nos dice que seguiremos siendo un país con una pirámide poblacional alterada, con muchos jóvenes fuera y una población envejecida dentro que depende de las remesas (si acaso envían remesas porque el mundo sigue revuelto económicamente).
Educación y Salud: La privatización de facto continuará. Quien pueda pagar un seguro o un colegio privado lo hará; quien no, dependerá del sistema público que opera con las complejidades propias de esta realidad que usted muy bien conoce. Los campeones de siempre: maestros y profesores. Con todo esto, la brecha de capital humano se ampliará, siendo este el mayor riesgo a largo plazo para el desarrollo nacional.
Lo Científico y Tecnológico: Pragmatismo Puro
No esperemos lanzamientos de cohetes ni grandes invenciones patentadas. El avance científico en 2026 necesita ser puramente pragmático y de adaptación.
Agrotecnología: La necesidad de producir alimentos impulsará (por pura supervivencia) la adopción de tecnologías de bajo costo para el campo: mejores semillas, control de plagas biológico y uso eficiente del agua. Aquí es donde estará la verdadera "ciencia" venezolana.
Conectividad: La expansión de internet satelital (tipo Starlink) y fibra óptica privada seguirá creciendo, creando islas de alta velocidad en un mar de infraestructura tecnológica obsoleta. La digitalización de los pagos será casi total, no por modernidad, sino por la escasez de efectivo.
Foco Especial: El Estado Cojedes en 2026
Aterrizando en nuestra tierra, Cojedes presenta una dinámica particular para el próximo año.
¿Dónde estamos parados? (Comparativa Regional)
Si comparamos a Cojedes con estados "burbuja" como Carabobo (Valencia/Puerto Cabello) o Miranda (Chacao/Baruta), nuestra realidad económica se sentirá más lenta y austera (todavía más). No tenemos el flujo de caja industrial ni portuario. Sin embargo, al compararnos con estados más profundos o desconectados (como Delta Amacuro o zonas remotas de Apure), Cojedes mantiene la ventaja de su ubicación central y su vocación agrícola. No seremos el estado más próspero, pero tenemos la ventaja táctica de no ser el más aislado.
Pareciera que el progreso y la riqueza pasaran por nuestras carreteras y caminos para florear en Carabobo o Portuguesa, incluso lo que se ha estado produciendo en Cojedes se registra en Portuguesa (según malas lenguas políticas). Estamos en un "momento gris" y depende enteramente de cuánto produzcamos en el campo comenzar a tener color.
Tendencias Locales:
El Granero Obligado: Cojedes no tiene petróleo, pero tiene tierra. La lógica económica del 2026 obliga a los Cojedeños (ojalá), a volcarse aún más hacia la agroproducción. ¿En qué?, en la siembra de maíz, arroz y leguminosas. Como consejo: esto debe ser impulsado por privados, que saben que la comida es el único negocio seguro.
La Logística y Vialidad: El deterioro vial es el reto número uno. Es previsible que las soluciones de bacheo sean comunitarias o municipales ante la falta de grandes planes estadales o nacionales.
¿Mano Tengo Fe o Mano Tengo Enfoque?
Para el Cojedeño, y el Venezolano en general, la pregunta del 2026 no es si "tener fe" en un cambio mágico, sino dónde poner el enfoque.
El Mensaje Lógico: Si te sientas a esperar que el entorno macroeconómico se arregle solo o que venga una solución externa, el 2026 será un año perdido.
La Estrategia: La "fe" debe estar en la capacidad propia de generar autonomía. El Cojedeño debe concentrarse en la microeconomía familiar: aprender un oficio, sembrar el patio, echarle machete al conuco, escribir y desarrollar las artes, comerciar, educarse online, exigir a los gobernantes. El país no va a "mejorar" para todos al mismo tiempo; mejorará individualmente para quien logre ser útil y productivo en medio de las dificultades.
- Reflexión a los estudiantes y jóvenes profesionales de Cojedes: Creemos en ustedes, y les ratificamos que no hay otra opción que intentarlo en estas tierras, sus tierras. Antes de desistir, hagan uno, dos, tres intentos por su Estado Cojedes, no es fracaso si primero lo intentaron aquí junto a sus padres, amigos y compañeros. Sí aun así, toman la decisión de irse, tengan siempre presente que están obligados a que sea un "ya venimos"; y cuando vengan, ya sea con la humildad del derrotado o la gallardía del vencedor: dedíquense a sacar esta tierra adelante, sin criticar y sin lamento, junto a los que aquí siguieron en las pampas que surca el Cojedes.
Conclusión para Cojedes: Será un año duro, de retorno a lo esencial. La riqueza saldrá del sudor y la inteligencia, no de la renta petrolera facilonga. Es tiempo de pisar tierra firme.
En fin, que lo bueno se dé y que lo malo se lo lleve el que no debe ser nombrado.
¿Y tú qué opinas? ¿Concuerda esta visión lógica con lo que ves en tu día a día? Déjame tus comentarios abajo.


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